miércoles, agosto 25, 2010

Adiós, Crillón, adiós... ¡gracias por todo!


Todavía recuerdo las dudas que teníamos cuando alquilamos la primera oficina en el Edificio Crillón para montar -junto a Mario Almada- la redacción de la revista Mercado Córdoba. Eran dos ambientes en el 3er. piso y creo que -allá por 1995- costaba unos 450 pesos-dólares.

Después vino la expansión: perforamos la pared y tomamos otra oficina al lado y luego otra más para albergar al primer equipo de Punto a Punto (Mónica Peralta, Bárbara Anderson y Fernando Arocena, además de Fino Pizarro, claro, que ya nos acompañaba desde Mercado).

En algún momento nos volvimos locos de entusiasmo y nos mudamos a la planta baja, un salón inmenso que rediseñó Sara Bongiovanni y donde Punto a Punto permaneció hasta el 2005, creo. Fueron años hermosos: una redacción de lujo, un gran equipo en sistemas (se sumó Flavio Olivier por ese entonces) y aunque perdimos a Mario Almada (que siguió con Mercado), sumamos a Gabriel Kloner.

Después vino la debacle del país y por las vueltas de la vida quedé fuera de ese proyecto.

Volver a empezar en el escritorio de casa y apenas levantamos cabeza, vuelta al Crillón, con InfoNegocios. Primero a un dos ambientes del 4to. piso y luego a las oficinas que ahora despedimos en el 2do., donde se formó el equipo periodístico y comercial (http://www.infonegocios.info/staff.asp ) más sólido que me tocó integrar.

En estos 15 años debo haber ido y venido -desde la zona norte- unas 200 veces por año al Crillón: fueron unos 48.000 kilómetros, más de una vuelta al mundo por el Ecuador. O unos $ 15.000 en nafta y unos 62 días subido arriba de un auto para ir -como mandaba el General- de la casa al trabajo y del trabajo a casa.

Este lunes 30 de agosto de 2010 ya no entraré al Crillón. Las oficinas de InfoNegocios amanecerán en Barranquitas Plaza y “bajar al centro” será algo circunstancial -y según dicen- cada vez más esporádico.

Cuando todavía era hotel, vine a la Bar Mitzvah de Freddy Morozovsky y años más tarde conocí -y no pude entrevistar- a Atahualpa Yupanqui. Acá también trabajé con Chiche Gelblung cuando dirigía el diario Córdoba y más de una vez vinimos a hablar por teléfono cuando la redacción de ese vespertino se quedaba sin líneas de Entel, algo frecuente a fines de los ochenta.

Mis ilusiones, mis proyectos, mis fracasos fatigaron estos pasillos por 15 años. Nacieron mis hijos en ese interín y la vida dio sus vueltas de alegrías y tristezas, de razones y sinrazones, aportando algunas cuotas de paciencia y -ojalá- algo de sabiduría.

El Dr. Célis (Carlo Célis, el administrador del Crillón) siempre nos tendió una mano y Fredy siempre nos abrió las puertas de este edificio.

Ojalá las vueltas de la profesión me traigan, cada tanto, a estos viejos pasillos para entrevistar a algún nuevo emprendedor que haya empezado a hacer rodar su sueños y necesite de un cronista para hacerlos conocer.




viernes, agosto 13, 2010

Mirá vos: Psicoterapia Zen (suena interesante)


Jorge Rovner se llama el señor y no se muy bien cómo llegó su nombre a mi mailera. Pero me despertó curiosidad su construcción que busca emparentar la psicoterapia cognitiva con los principios del Budismo Zen.
Aunque no me simpatizan las religiones, me gusta la aproximación de Rovner que mirá el Budismo Zen más como una filosofía, buscando enfatizar la importancia del "aquí y ahora", prescindiendo de conceptos tan arraigados como la "culpa" y el "pecado".
Leí, los textos de su página y luego, sin darme cuenta, fui viendo uno a uno los 7 videos de su conferencia.
Hmm... me quedé pensando... Y me dieron ganas de compartirlo con alguien (si es que alguien pasa por este blog descuidado, claro).